Liberación miofascial y de puntos gatillo
Tratamiento del síndrome de dolor miofascial, a través de la liberación de los puntos gatillo y demás contracturas musculares, que causan múltiples molestias en el cuerpo, desde alteraciones en el aparato osteo - artro - muscular, hasta afecciones en el funcionamiento de los órganos internos y enfermedad.
Los puntos gatillo o puntos de activación, en muchos casos son los responsables de muchas de las afectaciones en nuestra salud, y su liberación y eliminación se hace completamente necesaria, donde en muchas ocasiones los diagnósticos son confundidos en el caso de enfermedades y demás alteraciones físicas, confundiéndose con enfermedades reales, y al eliminar dichos puntos gatillo, estos síntomas y afectaciones desaparecen. Tal es el caso de problemas en los hombros, como el manguito de los rotadores, lumbalgias cullo orígen se encuentra en puntos gatillo alojados en la musculatura de las caderas, además hasta alteraciones en los ovarios y hasta problemas en la próstata, cuyos responsables serían los puntos gatillo.
Estos puntos gatillo son tratados a través de diferentes técnicas, las cuales se muestran en el siguiente video, y estas incluyen: Presión directa sobre los puntos afectados, punsión seca, terapia neural, entre otras.
¿Qué es la técnica de liberación miofascial?
La técnica de liberación miofascial es una técnica que busca solucionar posibles problemas en el sistema miofascial. La fascia es un tejido conjuntivo (el tipo de tejido más abundante en cuerpo humano) y representa el 16% del total del cuerpo humano. La fascia envuelve la mayoría de estructuras y músculos de nuestro cuerpo.
Este tejido puede sufrir ‘restricciones’ o acortamientos en algunos puntos del sistema muscular. Cuando la fascia que envuelve un músculo sufre alguna restricción se perjudica el movimiento y la contracción de ese músculo.
Con la liberación miofascial, en concreto en este caso, la autoliberación miofascial se busca realizar una acción mecánica sobre la fascia con el objetivo de solucionar los posibles problemas que pudiera sufrir.
¿Cómo funciona el Foam Roller en la autoliberación miofascial?
El mecanismo principal a través del cual el Foam Roller puede realizar la liberación miofascial es el llamado inhibición autógena. La inhibición autógena se produce cuando el órgano de Golgi (Un órgano de origen tendinoso que está situado en los tendones musculares) registra un aumento de tensión del tendón muscular debido a la contracción de un músculo y al acortamiento del mismo producido en esta contracción. Una vez registrado ese aumento de tensión, el órgano de Golgi provoca una relajación reflejo del músculo.
A través de la técnica de foam rolling o masaje realizado con el rodillo, lo que hacemos es estimular al órgano de Golgi. Con su estimulación se provoca que el músculo se relaje y se facilite su estiramiento y aumente el rango de movimiento, de esta forma ayuda a mejorar las zonas contracturadas (puntos de gatillo).
¿Cómo utilizar el Foam Roller?
Para realizar esta técnica con el rodillo Foam Roller simplemente hay que colocarse encima del rodillo sobre la parte afectada y rodar lentamente sobre el. La presión de ejercicio puede controlarse variando la carga ya que es el propio peso corporal el que ejerce la presión sobre el rodillo. El movimiento debe realizarse lentamente y de forma controlada.
En los puntos más afectados se debe de prestar especial atención, realizando movimientos especialmente lentos y con varias pasadas.
Hay que tener en cuenta que sólo se debe realizar para zonas musculares sin llegar a trabajar articulaciones ni superficies óseas.
Beneficios de usar el Foam Roller
Consideración a tener en cuenta
Aplicar siempre sobre zonas musculares y no sobre superficies óseas.
Definición de punto gatillo
Una de las definiciones más utilizadas es la que considera al punto gatillo (trigger point en inglés) como una “zona hiperirritable localizada en una banda tensa de un músculo esquelético que genera dolor con la compresión, distensión, sobrecarga o contracción del tejido, que generalmente responde con un dolor referido” (Definición de Simons y cols. 1999).
Los puntos gatillo son muy dolorosos, sobre todo cuando se presionan. Pueden dar dolor referido (es decir, dolor que aparece en una zona alejada a donde estás presionando el punto gatillo), hipersensibilidad (dolor ante estímulos de baja intensidad), disfunción motora (falta de fuerza, aparición de fatiga prematura y fenómenos como hipersudoración en la zona afectada y alteración de la sensibilidad en la región afectada.
Janet G. Travell y David G. Simons son dos de los más importantes investigadores en el tema de los puntos gatillo, y editaron un libro enorme que contiene gran catidad de información sobre el tema, así como el “mapa” de los puntos gatillo de todos los músculos, pues una particularidad de los puntos gatillo es que se producen en unas zonas del músculo más o menos delimitadas, de tal manera que podemos buscarlos y localizarlos siguiendo esta información.
¿Punto gatillo o contractura?
Ahí está el tema. Muchas veces es más bien una cuestión de terminología, pues la “contractura muscular” la utilizamos para designar el dolor, molestia, rigidez, acúmulo de tensión, sobrecarga… en una zona concreta de la musculatura. A veces hablamos de “cuerdas” o “nudos” pues el imaginario colectivo utiliza este tipo de analogías para denominar este tipo de problemas.
La contractura, como digo, es una entidad que genera molestias a nivel muscular, pero en muchas ocasiones el problema está en que no es realmente “solo” una contractura, sino un problema del punto gatillo, que no cede a tratamientos habituales en las molestias musculares como masaje, estiramientos, calor… Pueden aliviar momentáneamente, pero el problema persiste. El punto gatillo necesita un tratamiento específico, ya sea conservador o invasivo.
Los puntos gatillo pueden ser activos o latentes. La diferencia entre ambos es que el dolor que el paciente reconoce como propio es el provocado por el activo, mientras que el latente genera sintomatología, pero no dolor de forma habitual; eso sí, presionar un punto gatillo latente generará dolor (local, referido…) y el resto de síntomas propios.
Tratamiento de los puntos gatillo
Puede ser conservador o invasivo. En cuanto a las pautas conservadoras, en la Fisioterapia existan técnicas manuales que se aplican tras explorar y realizar un diagnóstico fisioterápico, en el cual se determinará si el problema es debido a puntos gatillo. En ese caso puede tratar mediante presión específica del punto gatillo, habiendo colocado el músculo en posición de estiramiento. Se mantiene la presión hasta que aparezca dolor; poco a poco irá desapareciendo, momento en el que se aumentará la presión. Se aplica esta presión y después se realiza movimiento activo amplio de la región tratada.
Existe incluso la posibilidad del autotratamiento, utilizando pelotas de goma, rodillos y otros sistemas para presionar la zona donde se encuentra el punto gatillo a la vez que realizamos movimiento activo. Para que esto sea eficaz es necesario 1) que el diagnóstico sea el correcto (realmente sea un problema de punto gatillo, y no otra cosa) y 2) que apliquemos el autotratamiento con buena técnica, presionando el punto afecto y realizando movilizaciones para que exista un efecto mecánico sobre la zona que alivie la sintomatología. Ante la duda, mejor consultar a un profesional.
También existe la posibilidad de realizar el tratamiento invasivo, que consiste en la punción seca de los puntos gatillo. Para resumir, diré que consiste, como su nombre indica, en “pinchar” el punto afecto utilizando una aguja muy similar a las de acupuntura, solo que se busca un efecto mecánico en el punto afecto. Hay numerosos estudios que avalan la eficacia del tratamiento invasivo (también del conservador) de los puntos gatillo. Lógicamente, esta técnica debe ser aplicada por un fisioterapeuta entrenado.